11 octubre, 2024

Arsat dejó en suspenso la designación de la exmenemista Claudia Bello en un puesto clave

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Luego de la polémica designación de la exfuncionaria menemista Claudia Elena Bello en un puesto clave de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (Arsat), la empresa de satélites dejó en suspenso el nombramiento por parte del Gobierno.

Tal como adelantó Clarín el mismo día en que se conoció el nombramiento, la Asamblea de Arsat, que debía convalidar la designación de Bello, había evitado tratar el tema.

Desde la compañía explicaron que los directores se reunieron para “recibir informes de gestión, analizar y aprobar los balances e iniciar la discusión sobre el plan estratégico de trabajo para este año”, y que por tratarse de un temario que incluía 14 puntos, la asamblea continuaría sesionando en los próximos días para analizar cuestiones relativas al presupuesto y “la designación de autoridades que integrarán el directorio”.

A sus 61 años y tras casi dos décadas de ostracismo, luego de un derrotero por tribunales enfrentando causas en las que resultó absuelta, la histórica dirigente del peronismo porteño que tuvo amplia influencia durante los gobiernos de Carlos Menem, fue propuesta por el Gobierno para ocupar uno de los cinco puestos de directores titulares en Arsat, empresa creada en 2006 por la Ley N° 26.092 y cuyas acciones pertenecen íntegramente al Estado Nacional.

El nombramiento de Bello apareció en la Resolución 17/2022 de la Jefatura de Gabinete publicada este miércoles en el Boletín Oficial.

El jefe de Gabinete, Juan Manzur, designó a su vice Jorge Neme como “representante de los derechos derivados de la titularidad de las acciones correspondientes al Estado Nacional” en la empresa ARSAT “a fin de su concurrencia a la Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria convocada para este 26 de enero.

Neme, según consta en un anexo de la resolución, recibió “instrucciones impartidas por Jefatura de Gabinete” para intervenir en la Asamblea de Accionistas y proponer ante el directorio los cinco nuevos directores titulares, nómina en la que figuraba Bello.

De los cinco nombres propuestos por Manzur, tres ya son parte de la compañía: el presidente del directorio, Néstor Pablo Tognetti, Marcelo Tesoro y Guillermo Rus. Mientras, junto a Bello, se suma Soledad Gonnet, proveniente del Invap y alineada políticamente con la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, cuyos legisladores suelen ser clave para el oficialismo cuando necesita destrabar leyes en el Congreso.

Pero en las últimas horas, la asamblea ordinaria y extraordinaria de Arsat decidió dejar en suspenso el temario que tenía pendiente de tratamiento, en el cual figuraba la propuesta de designación de la exfuncionaria menemista.

Una incondicional de Menem
Durante los diez años de gobierno de Carlos Menem, Bello ocupó distintos cargos desde los que fue protagonista de varios escándalos.

Designada en 1992 como interventora federal en Corrientes, quedó involucrada en una elección signada por las sospechas de sobornos, cuando se fugó un elector designado por la Unión Cívica Radical, que había trazado una alianza estratégica con el Pacto Autonomista Liberal para impedir que un Justicialista accediera a la gobernación.

Sin embargo, fue su paso por la Secretaria de la Función Pública de la Nación, cargo que mantuvo hasta el final del mandato de Menem, el que más problemas le trajo cuando dejó el poder.

Desde esa área, el Estado Nacional diseñó un plan para evitar el llamado colapso del “Efecto Y2K”, tal como se conoció la falla que —temían los especialistas— iban a presentar los sistemas informáticos y computadoras cuando sus relojes pasaran de 1999 al 2000.

Desde su secretaría, Bello hizo varias contrataciones directas por una cifra superior a los 9 millones de pesos, por lo que fue denunciada por presuntas irregularidades, como esquivar el proceso licitatorio.

Procesada por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles con su puesto, su caso llegó a juicio recién en 2011.

Fue absuelta por el Tribunal Oral Federal 1, y aunque en 2014 la Cámara de Casación Penal decidió revocar esa decisión, el TOF 1 determinó finalmente que su caso estaba prescripto.

Así, Bello logró esquivar una condena y el pedido de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

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