Salud registró un nuevo descenso de la mortalidad infantil en la Argentina
La tasa de mortalidad infantil disminuyó en el 2020 a 8,4 por mil nacidos vivos, lo que representa la menor tasa en cinco años, debido “en parte al impacto de los múltiples planes y programas destinados a mejorar la salud de los chicos menores de un año”, informó el Ministerio de Salud de la Nación.
En el 2020, un año pandémico, la tasa de mortalidad infantil fue de 8,4 por mil nacidos vivos, mientras que en el 2019 había sido de 9,2. El descenso se viene sosteniendo desde el 2015 (9,7 por mil) 2016 (9,7 por mil), 2017 (9,3 por mil) y 2018 (8,8 por mil).
El descenso del 2020 respecto al 2019 representa una reducción de casi un punto en niños menores de un año. En valores numéricos en el 2020 se registraron 4505 muertes de niños, un 22% menos que en el 2019.
De esos fallecimientos, 3303 fueron neonatales (primer mes de vida) y 1202 fueron posneonatales (desde el primer mes hasta el año de vida), con descensos del 15 y 35 por ciento respectivamente.
“La tasa de mortalidad infantil continuó descendiendo en un año pandémico, siguiendo con la tendencia a la baja que se registra desde hace varios años. La causa es multifactorial y se explica en parte por el impacto de los múltiples planes y programas destinados a mejorar la salud de los chicos menores de un año” explicó la directora Nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte.
La funcionaria, durante una reunión virtual con integrantes de la Red Argentina de Periodismo Científico (RADPC) donde presentó un resumen del análisis de los datos de estadísticas vitales del 2020, indicó que entre los programas aplicados están “el Plan 1000 días que tiene como objetivo la atención y cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia”.
La cartera sanitaria detalló que la mayoría de las causas de mortalidad infantil “evidenciaron una disminución, encabezada principalmente por los decesos provocados por enfermedades del sistema respiratorio que se redujeron un 64 por ciento (de 375 defunciones en 2019 pasaron a 136 en 2020).
En tanto, “las muertes por causas externas mostraron una baja del 39 por ciento (de 137 a 84 fallecimientos) y también se produjo un descenso en la mortalidad por malformaciones congénitas, donde se destacan las del sistema nervioso con una reducción del 37 por ciento.
El Ministerio destacó además que se registraron 30 fallecimientos infantiles provocados por el covid-19 en el 2020.
En tanto las enfermedades que registraron un aumento en el número de muertes en el 2020 respecto al 2019 fueron la dificultad respiratoria del recién nacido, que creció de 318 a 378 defunciones; y los trastornos hemorrágicos y hematológicos, que de 111 decesos registrados en 2019 pasaron a 136 en 2020.
Respecto a la mortalidad materna la tasa a nivel nacional, que se deduce de las muertes maternas sobre nacidos vivos, aumentó de 3 a 4,1 por cada 10 mil nacidos vivos.
Este incremento “se explica por causas obstétricas indirectas”, entre las que se remarcó la irrupción de la pandemia, un fenómeno de salud similar al que se experimentó en el 2009 con el brote de Gripe A (H1N1).
En ese sentido, se registraron en total 221 mujeres fallecidas por causas relacionadas con el embarazo, parto y puerperio. Se trata de 33 muertes más que las contabilizadas durante 2019, mientras que las defunciones provocadas por enfermedades virales en el 2020 fueron 41, de las cuales 37 tienen como causa la Covid-19.
De acuerdo a un estudio de la OMS, a pesar de los avances en muchos de los indicadores generales de salud y de equidad, “la desigualdad social sigue siendo una preocupación importante, especialmente para la salud materna e infantil.”
Indicó que la mayoría de las muertes de niños “ocurre por causas evitables, incluyendo enfermedades infecciosas para las cuales existe una cura, y se concentran en los países pobres”
La muerte de muchos niños a nivel global “se vincula con la desigualdad geográfica de la mortalidad neonatal, infantil y en la niñez, y con el hecho que, si bien en los últimos años estos indicadores se han reducido a nivel global, su reducción no fue igual en todos los países”, indica el estudio .